Origen del mercado de pulgas

Mercado de pulgas en una ciudad europea en un día soleado

El origen del fleamarket o «Les puces» fue en Saint-Ouen (Francia) en 1.885

Unos años antes lo iniciaron los llamados «pêcheurs de lune», ya que recorrían la ciudad durante la noche buscando objetos viejos tirados a la basura que después vendían en rincones de la ciudad.

Empezó a hacerse tan concurrido, que las instituciones lo aceptaron como una actividad popular, y fueron abriendo calles para permitir que tuvieran amplitud de espacios. Fue en esos momentos cuando se comenzaron a conceder las primeras licencias para la venta ambulante de segunda mano y antigüedades.

Se denominó pulgas en un modo despectivo, pero fueron sobre todo los vendedores de postales, los que permitieron a este nombre pasar a la historia.

En la actualidad, podemos encontrar una gran variedad de mercados urbanos, organizados por instituciones, colectivos independientes o aficionados al coleccionismo.

Son otras maneras de promover la economía circular, y no solo se encuentran joyas vintage, también artículos usados en buen estado, artesanías tradicionales o las nuevas tendencias “craft and DIY”.

Visitar un mercado de pulgas o sus novedosas propuestas variantes, es un espectáculo visual que merece ser apoyado, para minimizar el consumo masivo al que ha llegado la sociedad del siglo XXI.

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